Meses de debates, peleas intestinas en el Partido Socialista Obrero Español, en el Gobierno de coalición y en el movimiento feminista han acabado este jueves con una mayoría parlamentaria que ha dado luz verde a la llamada ley trans. El Proyecto de Ley para la Igualdad Real y Eficaz de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las Personas LGTBI ha salido adelante —y va a deber ahora remitirse al Senado—, con 188 votos a favor de los socios de Gobierno, ciento cincuenta en contra de PP y Vox, y 7 abstenciones; entre ellas, la de Carmen Calvo, la figura socialista más visible en cuanto a la oposición a esta regla, que ahora sostiene la resistencia dentro del partido.
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