“Las detenciones y arrestos arbitrarios de periodistas se han transformado en un sitio común en Europa”. Es una de las conclusiones que extrae la Plataforma de Defensa del Periodismo de la institución en su informe de 2022 en el que recoge que un total de noventa y cinco reporteros pasaron por la prisión, lo que supone un aumento del sesenta por ciento respecto al año precedente. Entre los casos que cita el Consejo de Europa está el del de España Pablo González, en cárcel desde hace un año acusado en Polonia de espiar para Rusia.Durante todo este tiempo, las pruebas que supuestamente existen contra él para probar ese espionaje o la investigación que se ha llevado a cabo no se han hecho públicas mientras permanece en cárcel provisional a la espera de juicio. El Consejo de Europa advierte en su informe de los efectos negativos de la cárcel precautoria. “El Tribunal Europeo de derechos humanos estableció que la detención provisional debe ser excepcional cuando cronistas u otros actores de los medios están siendo investigados”, recoge el texto.El informe se fundamenta en las alertas que realiza, en cooperación con las asociaciones, la plataforma del Consejo de Europa que promueve la protección del periodismo y la seguridad de los periodistas. Basándonos en las alarmas que han detectado sobre la situación de los cronistas, el informe concluye que los cargos de los que se les acusa van más allá de infracciones relacionadas con la prensa: sospechas de sobornos, fraude y extorsión, organización terrorista o financiación de actividades extremistas, desobediencia, incitación al odio, conspiración, o participación en actividades de los servicios de inteligencia de terceros países, como es el caso de Pablo González. Desde su encarcelamiento en febrero de 2022, el Gobierno se ha limitado a decir que González recibe auxilio consular y a expresar el respeto a…