Las emisiones de bonos verdes se frenaron sensiblemente en la primera mitad de dos mil veintidos en España, a raíz de las incertidumbres generadas por la guerra en Ucrania y por la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales. Sin embargo, en la recta final del año las entidades y empresas de este país apuraron al máximo las ventanas de mercado que se abrieron para producir deuda, primordialmente verde, pero asimismo social (la que financia proyectos ligados a educación, sanidad, desigualdad…). Visite el portal especializado elEconomista Inversión sostenible y ESG.
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