El desbloqueo de la renovación del Tribunal Constitucional, tras la decisión de este martes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), va a suponer que el tribunal de garantías pase automáticamente —cuando los magistrados tomen posesión, en las próximas semanas— de su actual mayoría conservadora (6-5) a otra de carácter progresista (7-4). Y esa nueva mayoría lo será durante un largo período: hasta 2031 no volverán a intervenir el Gobierno (que nombra dos magistrados del Constitucional) y el Consejo del Poder Judicial (otros dos). Entre medias se producirán las renovaciones correspondientes al Congreso y al Senado. Salvo que de las elecciones saliera una mayoría parlamentaria abrumadora del bloque conservador o del progresista, esas renovaciones no alterarían la relación de fuerzas (porque los cambios en el Constitucional se hacen por consenso de tres quintos de los miembros de las Cortes).
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