- El hijo menor del conde de Barna
- No estaba allá
- Guardar el arma
- Una automática Long Star
- Un malsano episodio
“Juan Carlos mató a su hermano y estuve allí”, es el escandaloso titular con el que se ha presentado la docuserie de Netflix ‘El príncipe que no pudo reinar’, centrada en Víctor Manuel de Saboya, jefe de la Casa Real de Italia, que ha sido producida por Beatrice de Borromeo.
No es el primer trabajo de la aristócrata y cronista italiana, ya que en 2015 retrató a las mujeres de la Mafia en otro reportaje y llegó a percibir amenazas de muerte.
En el tercer y último capítulo de la docuserie, cuando termina la entrevista a Víctor Manuel de Saboya, suena la claqueta, se apaga la cámara, mas se sigue grabando. Se escucha que el protagonista invita a champán al equipo y que comenta: “Tengo muchas cosas que contar pero no puedo hacerlo. Cosas sobre Juan Carlos”.
“Juanito la armó gorda. Disparó a su hermano y lo mató. Se llamaba Alfonsito. No le disparó de forma directa, sino más bien mediante un armario. Yo estaba allí. Fue un accidente. Al cien por cien, ¿eh? Oculté mi arma de forma inmediata. Si no, me habrían vuelto a culpar”.
El hijo menor del conde de Barcelona
Víctor Manuel de Saboya menciona a la muerte del infante Alfonso de Borbón, de quince años, hijo de los condes de Barcelona, hermano menor de don Juan Carlos, que murió en Estoril de un disparo.
Las dos familias, los Borbón y los Saboya, las dos en el exilio, coincidieron en la localidad portuguesa, y los hijos de ambos matrimonios convivieron durante bastante tiempo. De hecho, una de las hijas de los reyes de Italia, María Gabriela, fue la primera novia adolescente de Juan Carlos de Borbón.
Víctor Manuel afirma: “Estábamos en el exilio y acostumbrábamos a dispararles a tarros y botellas en la playa de Cascais”.
No estaba allí
La muerte del infante Alfonso, ocurrida el 29 de marzo de mil novecientos cincuenta y seis en Estoril, no tuvo nada que ver con la versión del heredero de la casa de Saboya. No fue durante unas prácticas de tiro en la playa, ni por medio de un armario, ni con la escopeta de Víctor Manuel. Y él no estuvo presente.
Aquel veintinueve de marzo era Jueves Santo, y por ese motivo su hermano Juan Carlos, entonces pupilo en la Academia General de Zaragoza, había llegado a Estoril para pasar con su familia las vacaciones de Semana Santa. Y fue en su casa donde Alfonsito recibió el disparo que acabó con su vida
La primera versión, que fue la versión oficial, aseveró que Alfonsito limpiaba el arma cuando se disparó accidentalmente. Después se supo que el disparo procedía de su hermano Juan Carlos y que ocurrió cuando manejaba una pistola.
Guardar el arma
Según Juan Antonio Pérez Mateos, autor del libro ‘Un rey bajo el sol’, dedicado a la estancia de la familia real en Estoril, el arma causante de la muerte era una pistola, regalo a don Juan Carlos de un compañero de la Academia Militar de Zaragoza. Françoise Laot, por su lado, da la versión de que la pistola había sido un regalo de Franco a don Juan.
Juan Carlos había viajado a Estoril procedente de España, para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa. Cuenta Pérez Mateos que, al llegar, en el aeropuerto, mostró el arma a su padre, don Juan de Borbón, y, entonces, este la entregó a su mujer, doña María, diciéndole que la guardara con 7 llaves, en su secreter, lejos del alcance de los chicos.
Sin embargo, Juan Carlos y Alfonsito convencieron a su madre de que les dejara cogerla y durante el manejo -dice Pérez Mateos- se produjo el disparo.
Una automática Long Star
José Antonio Gurriarán, que fue corresponsal de TVE en Portugal, en su libro “El rey en Estoril”, mantiene que la pistola, una automática Long Star del calibre 22, era un regalo del conde de los Andes a Alfonsito.
Relata que los hermanos habían practicado el tiro con ella esa mañana. Por la tarde iban a hacer lo mismo en el salón del segundo piso. Ignorante de que preservaba una bala en la recámara, Juanito accionó el gatillo y la bala alcanzó a su hermano en la frente, causándole la muerte inmediatamente.
Según Víctor Manuel de Saboya, “después de eso, le llamó Franco (a Juan Carlos). Envió a su embajador, que dijo: ‘Juanito, vente inmediatamente conmigo a España’. Franco dijo: ‘Le transformaré en rey’”.
Françoise Laot contó que, años después, la infanta Pilar llegó a La Zarzuela y, cuando vio que don Juan Carlos enseñaba a tirar a Felipe, exclamó, horrorizada: “No, por favor, eso no…”.
Un malsano episodio
Algunos comentaristas han relacionado el relato con un truculento episodio en la vida de Víctor Manuel de Saboya: el homicidio de un joven alemán de 19 años, Dirk Hamer, un suceso por el que fue juzgado y absuelto años después.
Hamer formaba parte de una panda de jóvenes italianos que le habían cogido una zodiac a Víctor Manuel. Él se presentó con un fusil, furioso y de noche, y efectuó dos disparos. Una de esas balas hirió de muerte a Hamer. El príncipe italiano reconoció haber sido el creador de los disparos, pero un tribunal de la ciudad de París le absolvió por falta de pruebas.