Las subidas de tipos y el declive del comercio global pasan factura a Europa, que afronta una época de atonía. Y pese a resistir mejor que el resto de sus asociados, el FMI (FMI) piensa que España no escapará a esa tendencia que acusarán casi todas las economías avanzadas. El organismo con sede en Washington sostiene sus previsiones de crecimiento para este año en el 2,5 por ciento , pero rebaja en 3 décimas, hasta el 1,7 por cien , sus proyecciones para 2024. España más que tresdobla el desarrollo augurado para el conjunto de la zona euro en 2023, del 0,7 por ciento , y el próximo año seguirá superando —aunque sin tanta holgura— al conjunto de los miembros de la moneda única. El avance contemplado por el FMI, no obstante, está por debajo de las actuales previsiones del Gobierno, que esta semana debe actualizar para remitir a Bruselas junto al plan de estabilidad para el próximo ejercicio.
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