El turismo vive un momento dulce. El sector nunca había capturado tanto gasto de los viajeros como en 2023 y a la vez, según las estimaciones que ha adelantado el Gobierno, España nunca había recibido tantos visitantes internacionales como el año pasado. Tras un 2020 para olvidar, un 2021 de esperanza y un 2022 con clara recuperación, España volvió en 2023 a los récords, una constante en la pasada década hasta que la pandemia cortó la racha. Pero el deslumbrante ejercicio que acaba de cerrarse no borra algunas sombras. Y unas de las mayores, desde que la Comisión Europea alertara sobre ello el verano pasado, es cómo afectará a los países de la ribera mediterránea el cambio climático. Partiendo de esa premisa, un informe de CaixaBank Research publicado este martes destaca que el aumento de temperaturas no es solo una amenaza futura y ya está teniendo consecuencias sobre la actividad. Y eso que el servicio de estudios del banco adelanta el “hito” de que España podría haber sido el año pasado por primera vez el país más visitado del mundo, superando a Francia (cuyo Ministerio de Turismo estima que como mucho visitaron el país 82 millones de viajeros).
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