El mecanismo de revisión inusual de costes de los contratos públicos que el Gobierno creó hace un año ya es cosa del pasado. El Ejecutivo piensa que “las circunstancias actuales no justifican una prórroga de esta medida extraordinaria”, por lo que la vigencia de este procedimiento, que se inventó para responder al escenario de volatilidad y carencia que rodeaba a los costes de muchos materiales de obra, terminó este jueves. La resolución supone un jarro de agua fría para las intenciones empresariales. La Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la patronal que reúne a la mayor parte de firmas españolas del campo, había pedido no solamente la extensión de esta medida, sino se hiciese permanente un sistema afín.
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