El Gobierno reconoce que existe falta de mano de obra por las tensiones demográficas. Así lo señala en su Plan Presupuestario que envió este domingo a Bruselas. El documento afirma que se está reduciendo la población en edad de trabajar en proporción a la población total debido al envejecimiento y, en consecuencia, habla de “tensiones entre la demanda y la oferta de trabajo”. Es decir, admite que hay un problema de vacantes pese a la posición en contra que ha estado exhibiendo hasta ahora el Ministerio de Trabajo, que negaba la existencia de esta situación. El Ejecutivo destaca que una vía para minimizar este problema son los flujos migratorios. Es más, precisamente esta llegada de inmigrantes es la que está haciendo crecer el número de habitantes en España a un ritmo muy superior a la media histórica. Según el papel, están cubriendo puestos con una mayor diversificación que antes de 2008, cuando se concentraban sobre todo en la construcción.
Seguir leyendo