Hay quien lo considera un sistema curativo. Pero en Alemania, más que eso, la homeopatía es, sobre todo, una importante industria. Para empezar, tiene tradición. Se atribuye al doctor alemán Samuel Hahnemann (1755-1843) la paternidad de estos tratamientos que hoy adoptan mayormente la forma de pequeñas bolitas que ingerir habiendo sido creadas bajo el principio similia similibus curantur. Es decir, son sustancias creadas pensando en que “las enfermedades se curan – o deberían ser tratadas – por los medicamentos que producen en personas sanas síntomas similares a los de las enfermedades”, se lee en la Encyclopedia Britannica.
El arraigo histórico que tiene en Alemania la homeopatía se traduce, también, en que este tipo de productos son habituales en los rincones que sirven de ‘farmacia’ a los alemanes de según qué tipo de hogares. Se dice que, entre los votantes de Los Verdes, la homeopatía tiene especial predicamento.
La homeopatía es también una considerable industria. En 2022, las farmacias teutonas generaron unas ventas de unos 534 millones de euros con remedios homeopáticos, según estimaciones recogidas por el portal de alemán de estadística Statista. Parte del dinero que mueve la homeopatía es dinero…