El Gobierno busca la fórmula para ayudar de forma directa y rápida a las familias que más sufren por el zarpazo de la inflación en la cesta de la compra. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes en su última reunión del año un nuevo paquete anticrisis que incluye un cheque de 200 euros para las familias con ingresos inferiores a 27.000 euros y un patrimonio menor a 75.000 euros a final del año pasado (sin contar la vivienda habitual). La previsión es que beneficie a 4,2 millones de hogares, con un coste de 840 millones de euros. Este tipo de ayuda ya se utilizó hace medio año, en aquella ocasión enfocada en los más vulnerables con una renta inferior a 14.000 euros, aunque entonces no cumplió las expectativas: llegó solo a 600.000 hogares de los 2,7 millones esperados. Ahora el Ejecutivo trata de evitar que se repita ese fiasco: no solo sube el umbral de ingresos, también cuenta con la experiencia pasada y agilizará los trámites.
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