La legislatura cambia de ciclo. El vértigo de diciembre, con acumulación de reformas sorpresa, votaciones tensas, escándalos en el Congreso, recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional, paralizaciones de plenos, y una sensacional tormenta política, dará paso a una nueva fase totalmente diferente que arranca este lunes, después del descanso que se ha tomado casi toda la política estos primeros días de enero después del delirio navideño. La Moncloa lo tiene muy claro: se terminó el instante de las grandes reformas —”ya hemos hecho muchísimas, 192 leyes y con las que quedan pendientes de rematar llegaremos a 200″, explican en el Ejecutivo— y viene un año electoral definitivo en el que el Gobierno se va a concentrar en explicar su gestión y en desarrollar esas grandes leyes.
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