En la historia de las múltiples citas agónicas que ha vivido en el Congreso el Gobierno de Pedro Sánchez, la de este lunes ha superado todas las marcas. Tras una jornada caótica, el Ejecutivo se ha visto obligado a hacer equilibrios con el acuerdo alcanzado con Junts para suprimir el impuesto a las energéticas ante la presión de sus socios de izquierda y la evidencia de que su paquete fiscal iba a ser rechazado por la Comisión de Hacienda. El bloqueo dentro la comisión, que comenzó sus trabajos a las cinco de la tarde y acabó casi ocho horas más tarde, provocó incluso que tuviera que suspenderse momentáneamente durante cuatro horas, en medio de frenéticas negociaciones entre los grupos y al final momentos de tensión. Ya entrada la noche, ERC, EH Bildu y BNG han anunciado un acuerdo con el Gobierno para prorrogar durante 2025 el impuesto que Junts exigió suprimir aunque no en esta reforma, sino mediante un decreto ley. La votación del dictamen que desatasca esta norma al menos hasta el pleno de este jueves se resolvió con 20 votos a favor y 17 en contra.
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