El Gobierno ha pasado a la ofensiva para abrir en la UE la batalla para la reforma del mercado eléctrico europeo, anticipándose a la propuesta que prevé presentar a finales de marzo la Comisión Europea. Dice el refrán que el que da primero, da dos veces. Y tras el choque abierto hace unos meses con las eléctricas por el tope al gas y luego, por el impuesto a las energéticas, el Ejecutivo plantea ahora dar un vuelco total a este mercado.
Propone dejar en testimonial el peso del denominado ‘pool’ diario y, entre otras cosas, poner un precio fijo a la producción hidráulica y nuclear para drenar los beneficios excesivos que, asegura, reciben sus propietarias, e incentivar los contratos a largo plazo. Se trata de una cuestión de “equidad”, en expresión de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Y habrá que esperar a lo que depare una negociación con los socios europeos que todavía no ha empezado y que se prevé muy larga.
Pero la…