El Gobierno prepara una prórroga parcial del escudo social diseñado para combatir las consecuencias de la inflación, la crisis energética y la guerra de Ucrania. Este paquete caduca el 31 de diciembre, y en él se incluyen las rebajas de impuestos sobre la energía, las ayudas al transporte y las sectoriales. La prórroga se aprobará prácticamente sobre la bocina, en el Consejo de Ministros que tendrá lugar el miércoles. El Gobierno de coalición todavía está negociando cuáles de estas medidas y en qué grado se incorporarán en el real decreto ley, cuya duración debería ampliarse hasta junio, siguiendo la lógica de los anteriores. En principio se baraja mantener de alguna forma las ayudas al abono transporte y al menos una parte de las bajadas de impuestos energéticos que más impacto tienen en los precios. Aunque los costes de la electricidad en diciembre se han moderado bastante frente al año pasado y la curva de precios futuros descuenta cotizaciones en los mercados mayoristas similares a las de 2019, la factura repuntaría si se eliminasen las rebajas de impuestos, y eso es precisamente lo que se busca evitar.
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