El Gobierno alargará en 2023 su batalla para controlar uno de los principales detonantes de la inflación: la factura de la luz. Los cargos que soportan los hogares y las pymes en sus recibos bajarán un 9,21 por cien más en el primer mes del año, si bien a lo largo del ejercicio cabe la posibilidad de que haya que agregar un recargo añadido en el recibo para eludir que el sistema incurra en déficit, un extremo prohibido explícitamente por la ley del ámbito eléctrico. Para el resto de consumidores, al lado de los consumidores domésticos y las empresas de menor tamaño, la bajada oscilará entre el 5,35 por ciento y el 17,06 por cien en función de la potencia que tengan contratada.
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