El Gobierno ha decidido salir en tromba contra la resolución de Ferrovial, una de las mayores constructoras españolas, de trasladar su sede a Países Bajos. Todo el Ejecutivo está indignado por esta iniciativa de una empresa que a lo largo de decenios ha crecido con contratos públicos en España. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha llamado de manera directa esta mañana a Rafael del Pino, máximo responsable de la compañía y una de las grandes fortunas españolas, para “expresar claramente el rechazo a esta decisión”, conforme ha confirmado ella misma en La Sexta. El Ejecutivo está estudiando las implicaciones de la resolución para ver de qué manera puede reaccionar o intentar frenarla. “No creo que sea aceptable, por eso he expresado mi rechazo. España le ha dado todo a Ferrovial. Es una decisión que va contra el interés y la imagen de nuestro país”, ha insistido. Lo que no ha aclarado la vicepresidenta es si ella conocía por adelantado la resolución y si se movió o no para evitarla. La cuestión ha causado un fuerte impacto en La Moncloa y después ha llegado la reacción de Calviño.
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