Roma se prepara para despedir al papa emérito. El 5 de enero se celebrará el funeral de Benedicto XVI. Mientras tanto, tras un velorio privado en el monasterio donde el papa ha residido desde que renunció en 2013, su cuerpo descansa delante del baldaquino de la basílica de San Pedro. Miles y miles de fieles esperan en la cola que les conduce hasta el catafalco de un pontífice que será recordado de maneras muy diferentes tanto dentro como fuera de la Iglesia, según las etapas de su vida, y conforme el tono del cristal con que se mire.
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