Muchos inquilinos españoles están de enhorabuena. La decisión del Gobierno de prorrogar un año más el sistema que protege los alquileres vigentes de la inflación supondrá un nuevo ahorro para esos hogares, que en este 2022 han podido economizar cantidades cercanas a los 1.200 euros en las localidades más caras. Es lo mismo que han dejado de ingresar los caseros, quienes han tenido que contentarse con subir los alquileres un 2%. Ese es el límite que se fijó el pasado marzo y que seguirá operativo, según el nuevo decreto de medidas urgentes, hasta el 31 de diciembre de 2023. Este tope beneficiará también, al menos durante seis meses, a arrendatarios cuyo alquiler se les acaba, ya que el Ejecutivo ha añadido en esta ocasión una prórroga extraordinaria de los contratos que expiran antes del 1 de julio. Aunque las cantidades que se economizarán en esta ocasión no serán tan jugosas, puesto que la previsión es que la inflación siga moderándose.
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