Alberto Núñez Feijóo era consejero de la Xunta de Manuel Fraga cuando puso en marcha la expropiación de 4.000 fincas para construir el mayor polígono industrial de Galicia de la mano del Gobierno de José María Aznar. Han pasado veinte años y aquel proyecto estrella es hoy un gran yermo atravesado por viales y rotondas y con una sola nave en el medio. La Plataforma Logística Salvaterra-As Neves (Plisan), que tiene cuatro millones de metros cuadrados, iba a costar ciento veinte millones y a alojar a cuatrocientos empresas a solo treinta y cinco kilómetros de Vigo. Ha acabado tragándose más de doscientos cincuenta millones de euros y de momento solo acoge una planta ya operativa y otras 5 compañías gestionan los permisos. Para procurar cautivar a las compañías, se ha anunciado un nuevo desembolso de dinero público: veinticinco millones para conectarlo por tren con el puerto de Vigo.
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