La Ley de Vivienda fue uno de los últimos consensos parlamentarios de la pasada legislatura. Pero el problema del alquiler, de los tipos de interés que han disparado las hipotecas o de la falta de oferta asequible para jóvenes y rentas bajas hacen que el derecho a habitar una vivienda digna y adecuada esté lejos de cumplirse. Una realidad que es el día a día de las ONG que tratan de respaldar a las personas sin suficientes ingresos para acceder a un piso o que se ven obligadas a vivir en la calle.”Estamos detectando que, tras el endurecimiento de las condiciones de compra, ha aumentado el número de personas que buscan un alquiler como alternativa. Antes, una parte de la población veía que le interesaba comprar, porque pagar la letra era como el alquiler, y ahora se han movido”, apunta Gemma Gallardo, directora de la ONG Provivienda, especializada en facilitar el acceso y el mantenimiento de la vivienda a personas que atraviesan dificultades. Y a más demanda y menor oferta, la consecuencia es obvia: las rentas que piden los propietarios siguen subiendo.Ya en 2022, en plena crisis de inflación por la guerra en Ucrania, hubo un 11,6% de hogares en…
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