El ciclón Daniel, fenómeno del cambio climático, no es el único culpable de las mortales inundaciones de Libia. Años de negligencia explican asimismo la ruptura de las dos presas que provocó un sunami de 33 millones de metros cúbicos capaz de llevarse edificios enteros por delante. El mal estado de sus infraestructuras, la falta de medidas de seguridad como la ausencia de mantenimiento habían sido advertidos por la parte de vecinos, autoridades locales y científicos.
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