El nuevo impuesto sobre las grandes fortunas, aprobado el pasado diciembre por el Gobierno de Pedro Sánchez, ha recaudado 623,6 millones de euros durante este año, según confirman fuentes de la administración. La mayoría de los ingresos cosechados por este tributo, que se liquida entre el 1 y el treinta y uno de julio de todos los años por los impositores con un patrimonio de más de 3 millones de euros, proceden de ciudadanos de Madrid, Andalucía y Galicia, las comunidades autónomas que en la práctica habían suprimido o tenían bonificado el impuesto sobre el patrimonio, el otro tributo que grava la riqueza en España.
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