Se afirma que el diablo está en los detalles. El Gobierno termina de dar luz verde a un nuevo paquete enfocado a mitigar el impacto de la inflación sobre el bolsillo de las familias, que incluye multitud de diferentes medidas. Entre ellas, un nuevo talón de doscientos euros para los hogares que menos ingresos tienen: rentas inferiores a los 27.000 euros y patrimonio por debajo de los 75.000, excluida la vivienda frecuente. Mas ciertos impositores deberán pagar impuestos sobre esta transferencia. Fuentes ministeriales confirman que la ayuda, con la que el Ejecutivo espera llegar a cuatro con dos millones de hogares y aliviar sus bolsillos, tributa como ganancia patrimonial en el impuesto sobre la renta (IRPF).
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