Hacer la adquisición del supermercado desde casa y recibirla en diez minutos. Esa era la promesa de las aplicaciones de envíos ultrarrápidos como la turca Getir y la alemana Gorillas cuando desembarcaron en España en 2021. “Hemos llegado a ser tres mil empleados”, recuerda Álvaro Torres, de treinta y uno años, repartidor en la primera empresa, que termina de comunicar a la plantilla su pretensión de cesar la actividad en el mercado de España, el cierre de sus supermercados y el despido de los trabajadores (ahora son 1.560). “Hay muchas cosas de la administración del negocio que se pueden hacer mejor”, opina. El anuncio de Getir representa el acelerado auge y declive de un negocio, el de delivery ultrarrápido, que se ha expandido de forma beligerante por todo el planeta, impulsado por la inversión del capital peligro, sin lograr la rentabilidad.
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El bastante difícil camino para llegar a los beneficios
El campo del delivery está en una situación complicada en E.U. y Europa. Las compañías más consolidas siguen dando pérdidas. El grupo alemán Delivery Hero, dueño de Glovo desde dos mil veintidos, perdió el año pasado 2.975 millones de euros, un ciento sesenta y cinco por cien más que el ejercicio anterior. La empresa explica que los números rojos de Glovo se redujeron un 13 por cien , hasta cuatrocientos doce millones.
Otro gigante es la holandesa Just Eat Takeaway. Esta compañía sufrió en dos mil veintidos una pérdida de 5.667 millones de euros, 5 veces más que en el año precedente, por el lastre de 4.500 que supusieron los deterioros derivados de la compra demGrubhub, plataforma estadounidense que compró en 2021 y puso en venta un año después. Sin embargo, el resultado operativo bruto (Ebitda) fue positivo: diecinueve millones, frente a las pérdidas de 350 millones de dos mil veintiuno. La empresa se ha marcado como objetivo tener un Ebitda positivo de 225 millones este año.
Uber, la multinacional en la que está Uber Eats, perdió nueve mil ciento cuarenta y uno millones de dólares (unos 8.516,2 millones de euros) en dos mil veintidos, lo que significa multiplicar por dieciocho con cuatro los números colorados de 2021, debido a la devaluación de algunos activos.
En casos como Getir, que no cotiza en Bolsa, están los resultados de dos mil veintiuno, que la compañía deposita en el registro mercantil correspondiente. Las pérdidas pasaron de 43 a quinientos veintiocho millones de euros, unos números rojos que superan su facturación, que ascendió a 466 millones en frente de los ciento ochenta y tres millones de 2020.
