Daniil Medvedev había dejado unas sensaciones extraordinarias en sus dos primeros partidos del Open de Australia, pero la tercera ronda tenía trampa: Sebastian Korda es un tenista peligrosísimo y en crecimiento, además cargado de moral después de haber llegado a la final en Adelaida y haber tenido hasta cierto punto de partido a favor contra Djokovic, si bien acabó perdiendo. El estadounidense simplemente bordó el tenis y se llevó por delante al ruso (siete-seis [9/7], seis-tres y 7-seis [7/4]) por la vía veloz. Adiós al finalista del año pasado, y asimismo del precedente.
El campeón en 2022…