El pasado jueves se generaron en España tres suicidios de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Todos se dispararon con su arma reglamentaria: un agente de policía nacional en los juzgados de Castellón, un guardia civil de 25 años en su casa de Madrid y otra guardia civil en un cuartel de Cuenca, inmediatamente después de matar a tiros a sus dos hijas de 9 y once años. Tres casos muy diferentes que ponen sobre la mesa nuevamente la necesidad de visibilizar y prevenir esta problemática que, como los sindicatos llevan tiempo alertando, afecta especialmente a los agentes.
Según los últimos datos del INE, en 2020 la tasa de suicidios en España era de ocho con tres por cada 100.000 habitantes, pero todo apunta que en los cuerpos de seguridad la cantidad es bastante más alta. Si bien no existen datos oficiales, desde la asociación Predepol – Zero Suicidio Policial llevan años haciendo un minucioso recuento “artesanal”, a través de una red de agentes de todos y cada uno de los cuerpos que han ido conformando por todo el país, y que notifican cuando se produce un caso de suicidio….