Poco a poco, las piezas para edificar una nueva mayoría de 178 escaños que dé paso a la investidura de Pedro Sánchez van encajando, si bien aún queda mucho camino por recorrer y hasta el último minuto todo puede descarrilar. Después del primer gran paso, el 17 de agosto, cuando Junts se sumó a la mayor parte de la pasada legislatura —PSOE, Sumar (antes Unidas Podemos), ERC, PNV, Bildu y BNG— para hacer presidenta a Francina Armengol, este miércoles llegó un segundo muy relevante: todos estos conjuntos, salvo el que dirige Carles Puigdemont, estamparon su firma en una proposición de ley para reformar el reglamento y permitir por primera vez en la democracia de España que se puedan utilizar en el Congreso de forma extendida las 3 lenguas cooficiales que conviven en España con el castellano: el catalán, el gallego y el euskera.
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