El pim pam pum político por la sequía adopta el modo pausa. Como mínimo en un corto plazo. El Parlament ha aprobado este jueves por amplia mayoría una proposición de ley impulsada por Junts que, al lado de las enmiendas negociadas con el PSC y ERC y aprobadas entonces en el pleno, dejan atrás el descalabro de la cima del agua que se festejó el treinta y uno de marzo en el Palau de la Generalitat. Una cita que hizo aguas por el desacuerdo en la aplicación de sanciones a los ayuntamientos con exceso de consumo de agua. En cualquier caso, la propuesta ha salido adelante con cien votos en favor del PSC, Esquerra, JxCat, Cs y el PP, quince en contra de la CUP y los comunes, y nueve abstenciones de Vox. Una puesta en escena de unidad a las puertas de las elecciones municipales del veintiocho de mayo.
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