Los 11 jueces del Tribunal Constitucional (6 conservadores y cinco progresistas) asisten este lunes fracturados al pleno citado para decidir si se suspende la tramitación legislativa de la reforma judicial del Gobierno, una situación que ha desencadenado la mayor bronca político-judicial de los últimos tiempos. La solución que se dé al problema entre estudiar primero la admisión a trámite de los recursos del PP y Vox, y en consecuencia la suspensión de la tramitación legislativa en el Senado, o las recusaciones contra dos miembros del Constitucional, el presidente Pedro González Trevijano, y el magistrado Antonio Narváez va a decidir el destino de las reformas de dos leyes que pretenden desbloquear la renovación del propio tribunal de garantías.
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