El PNV, el primordial partido vasco, ha presentado este lunes las conclusiones de un triple ejercicio de escucha que ha venido efectuando desde 2021 para actualizarse como organización, llamado Entzunez Eraiki. Ha pulsado a la militancia, sí, mas también a la sociedad y a especialistas. Estos últimos han concluido -y así lo recoge el propio partido en el documento final de Entzunez Eraiki- que el PNV “no es un partido asociado a la corrupción” mas sí “debe contrarrestar cierta imagen de ‘amiguismo’ que ha podido calar tras tantos años de administración pública”.
Este punto aparecen en el apartado de “ámbitos de mejora” y en que el PNV asume igualmente que ofrece una imagen de capacitación de corte “conservador”. “No nos atribuyen un carácter de partido moderno y comprometido en lo social”, se puede leer en el documento. Asimismo se le atribuyen pocas concreciones en política verde, por ejemplo. Los expertos, eso sí, ponderan que el PNV “lanza mensajes sólidos, estables y confiables”, particularmente en lo económico, y que “saca chispas” a su condición de “partido bisagra” en la capital de España.
El partido, eso sí, se pone la medalla de que la sociedad le ve como una inicial de “buena reputación”. “Somos de confianza. Esta confianza se asocia en su mayor parte al rol institucional como hacedor de políticas públicas, en gran parte triunfantes […]. Somos quienes mejor defendemos los intereses de Euskadi”, concluye el PNV, que hace servir su “utilidad”, su “firmeza” en defensa de la lengua vasca, su condición pactista. Xabier Barandiaran, el dirigente que ha dirigido el proceso, ha señalado también que la militancia solicita “menos corbatas y menos camisetas”, esto es, una organización más pegada a la…