El PP no va a regalar la Presidencia del Congreso y la tercera autoridad del Estado al PSOE el 17 de agosto, cuando se formen las Cortes. Los populares presentarán entonces su candidatura opción alternativa a la socialista porque pretenden “la máxima visibilidad” en esa corporación tras su amarga victoria por margen insuficiente el 23-J sabiendo que en principio no tienen los votos para ganar esa votación, siquiera por la mínima. El PP pretende así adoquinar lo máximo posible el camino al Partido Socialista Obrero Español y sus socios, que serían para esa votación y para controlar la Mesa de la Cámara los mismos que en la anterior legislatura más JuntsxCAT y que daría pistas sobre de qué manera se encamina la futura sesión de investidura de Pedro Sánchez.
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