El pacto exprés entre el PP y Vox para regir juntos la Comunidad Valenciana, anunciado el pasado martes entre elogios de ambos partidos, ha dado paso en cuestión de días al tormento de una relación imprevisible, que estalló este viernes por los puntos de partida de populares y extrema derecha frente a una cuestión capital: la lucha contra la violencia sexista. Vox no piensa que exista la “violencia de género”, como ha vuelto a expresar hoy José María Llanos, número dos en Valencia y candidato a presidir las Cortes valencianas. La cúpula de Vox, con su líder, Santiago Abascal, le ha respaldado. Y la dirección nacional del PP ha salido en tromba a replicar que la violencia sexista existe y que el partido de Alberto Núñez Feijóo no va a dar “ni un paso atrás” en esa política: “Cueste lo que nos cueste”. Los dos partidos, sin embargo, negociaban al tiempo acuerdos de gobierno en múltiples capitales de provincia, frente a la constitución de los ayuntamientos que se generará este sábado.
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