Por encima de los intereses nacionales, por encima de la legalidad y por encima de los principios constitucionales, Pedro Sánchez no ha dudado en ceder al chantaje de ERC para suprimir el delito de sedición en el Código Penal y reformar el delito de malversación para dejar impunes a Oriol Junqueras, Puigdemont y el resto de los condenados por el golpe de Estado en Cataluña del 17-0. Una ignominia a la que se ha sumado esta misma semana la claudicación ante la extorsión de Bildu para retirar a la Guardia Civil de Navarra al transferir las competencias de Trafico a la Comunidad Foral, además de regalares 1.250.000 euros para la digitalización de las radios y para la promoción del circo en euskera. Sólo para mantenerse un año más en el poder.