La presentación del programa electoral de Vox ha dinamitado el inicio de la campaña electoral. Las propuestas del partido de ultraderecha —cuestionar el modelo de Estado autonómico vaciando de competencias a las comunidades, acabar con la progresividad fiscal o derogar una docena de leyes, entre ellas la del aborto y la de la eutanasia, que supusieron un avance esencial en derechos sociales para la ciudadanía— ponen al PP en una situación incómoda. Tras convenir con Vox los gobiernos de más de cien ayuntamientos y de la Comunidad Valenciana y Extremadura, el candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, se encara ahora, si los resultados electorales se lo dejan y lo fuerzan, al problema de hacer lo mismo en su futuro Ejecutivo con un partido cuyas propuestas radicales rechaza, en su mayor parte, el PP.
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