Un magistrado del Tribunal Supremo describe la situación que atraviesa la administración de justicia con un símil muy visual: “La justicia es un puzle que tiene que ser perfecto en un Estado de derecho; mas en el nuestro, ya, están todas las piezas desencajadas”. Las piezas son los funcionarios judiciales, que, tras 6 días de paros parciales y uno de veinticuatro horas, han convocado 7 de huelga desde el 4 de mayo; los letrados del turno de oficio, que han comenzado quejas para reclamar mejoras retributivas y cobrar por labores que ahora no les pagan; los jueces y fiscales, que, a través de 5 de sus asociaciones, están llamando a una huelga indefinida en plena campaña electoral; y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva 4 años con el orden caducado y cuya interinidad lastra el trabajo del resto.
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