Estos días se cumple el décimo aniversario de la formalización del rescate bancario. Una operación que no debía valer un euro a los impositores, conforme el Gobierno del PP. Sin embargo, la factura medra sin cesar y ya va por los 73.261 millones de euros, la mayor de Europa, según Eurostat. Al mismo tiempo, los tribunales prosiguen dictando cientos de sentencias por las preferentes si bien ciertos de sus posibles beneficiarios ya murieron.
Seguir leyendo