“No hay bien que por mal no venga”. Esta extraña variante del optimista dicho popular parece corresponderse con la situación de la empresa alemana Siemens Energy, matriz de la filial germano-española especializada en aerogeneradores Siemens Gamesa.
Parece, cuando se atiende a lo que comunican en Siemens Energy, que el actual contexto de transformación ecológica emprendido por el Gobierno del canciller Olaf Scholz –de aquí a 2030 el 80% de la energía de Alemania será de origen renovable– trae viento a favor. “El enorme ritmo de la transición energética está creando una gran demanda de nuestras tecnologías, y nuestra cartera de pedidos asciende a 110.000 millones de euros”, señalaba un portavoz de Siemens Energy citado el jueves en la prensa económica germana.
Ese representante hablaba, de hecho, de que esa realidad era “una evolución positiva” si se tiene en cuenta la alta demanda de turbinas de gas y de redes de electricidad. ¿Pero puede ser esa evolución demasiado positiva Responder a ese interrogante se impone en vista de que a la vez que en Siemens Energy sacaban pecho por el estado…