En 2020 se formaron los fondos Next Generation para combatir las consecuencias de la pandemia. En un gran acto de solidaridad por el coronavirus, los países más perjudicados podrían recibir recursos europeos a cambio de realizar un Plan de Recuperación con compromisos de reformas e inversiones. Y España fue, tras Italia, el segundo país que más obtuvo. Son unos 80.000 millones en ayudas que no tiene que devolver, y otros ochenta millones en créditos que los Estados pueden regresar a treinta años con una falta de diez. Con estos últimos se busca que los países que no tienen triple A como España puedan lograr financiación como si lo fueran.
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