El sector fotovoltaico teme caídas de hasta el 50% en el autoconsumo doméstico este año tras el boom que registró esta solución energética en España en 2022.
El pasado ejercicio, la potencia se duplicó en un solo año tras la explosión de precios de la electricidad derivada de la invasión rusa de Ucrania, en una dinámica que ha contribuido a que la demanda de electricidad esté cayendo a mínimos de dos décadas.
En el caso del autoconsumo residencial, a falta de dos meses para el cierre del ejercicio está claro que ese récord no se va a repetir. Las últimas previsiones que ha incorporado Holaluz, una de las compañías españolas más volcadas en autoconsumo, incluyen ya las cifras de caída que se esperan.
En la documentación remitida esta semana al mercado de pymes, BME Growth, con ocasión de su presentación de resultados, la compañía que pilota Carlota Pi señala que “asociaciones sectoriales como UNEF”, principal patronal fotovoltaica, “o actores clave del sector como AMARA”, una empresa especializada en la distribución de material para instalaciones eléctricas, “estiman el descenso del mercado residencial…