El Senado ha aprobado este jueves los impuestos temporales a la banca, las energéticas y las grandes fortunas con los que Pedro Sánchez respondió como revulsivo al fiasco socialista en las elecciones andaluzas y la primacía del PP en las encuestas. La previsión de recaudación es de unos 10.000 millones en los un par de años que van a estar en vigor —a partir del 1 de enero de 2023—, y con ellos el Gobierno pretende financiar la respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania. El Ejecutivo contempla efectuar una evaluación más adelante para decidir si acaban siendo permanentes. “Los grandes grupos van a contribuir con su cuota de mercado a la protección de los ciudadanos”, festejó Antonio Armando Ferrer (Partido Socialista). El miembro del Senado recordó frente a las críticas de la derecha que Margaret Thatcher “ya aplicó una subida temporal a la banca y a las empresas de la city londinense por la subida de los modelos de interés y para colectar de los ingresos extraordinarios que estaban teniendo”. “¡La señora Thatcher, sancta sanctorum del neoliberalismo!”, resaltó.
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