Si se encontrase en paro, ¿dónde procuraría empleo? Y, si fuera una compañía con una plaza libre, ¿dónde publicaría la oferta para cubrir el puesto? Si se le ocurren varias opciones antes que acudir a los servicios públicos de empleo, contesta una situación usual, consecuencia y lastre de uno de los problemas laborales que generan más consenso: las deficiencias del SEPE y los servicios de empleo de cada comunidad. Sindicatos, empresarios y expertos coinciden en la emergencia de un cambio substancial de este servicio público en un país con más de 2,7 millones de personas desempleadas, algo menos del 12 por cien de paro, la tasa más alta de la Unión Europea.
“Estamos más ante un registro de parados que frente a un servicio de empleo”, resumía esta semana Pepe Álvarez, líder de UGT, que reclamaba que las oficinas públicas acompañen a las personas desempleadas en la preparación de un currículo, en la orientación personalizada para saber a qué sectores dirigirse y dónde hay más oportunidades de empleo para ellas, como en la capacitación para ampliar sus conocimientos…