El movimiento sindical de E.U. está a puntito de escribir una nueva página en su historia. El sindicato Teamsters, que representa a más de 340.000 camioneros de UPS, la principal empresa de transporte del país, ha aprobado ir a la huelga si la compañía no mejora su contrato laboral ya antes del próximo 31 de julio. Un paro sindical que se convertiría en el más grande que ha vivido EEUU desde 1959 y generaría esenciales disrupciones y retrasos en la entrega de productos a nivel nacional.
Este escenario, de momento, parece el más probable: tras tres meses de negociación, sindicato y empresa se acusan mutuamente de haberse levantado de la mesa. La primordial exigencia de los camioneros es una mejora de sus condiciones salariales, singularmente para los trabajadores de media jornada, que en el último año han visto de qué forma la inflación ha reducido considerablemente su poder adquisitivo. Además, piden que se pague por igual los diferentes conductores, independientemente de su antigüedad a la compañía, y que se amplíe el número de contratos a jornada completa.
Pero UPS, que encara…