El Gobierno, tras la insistencia del juez, ha enviado finalmente este jueves los tres autos del Tribunal Supremo que autorizaron al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) el espionaje con el programa Pegasus a Pere Aragonès. Hay varios fragmentos de las resoluciones borrados, pero en los autos sí ha aparecido la razón que motivó la infiltración total de las comunicaciones del dirigente de ERC: según el CNI, Aragonès era un líder “en la clandestinidad” de los Comités de Defensa de la República (CDR).
Es la primera vez, que, gracias a una investigación judicial tras la querella de los afectados por Pegasus, se pueden conocer las motivaciones detrás de las infiltraciones. El magistrado del Supremo encargado del control del CNI avaló por primera vez el espionaje a Aragonès el 24 de julio de 2019. Tres meses después, el 21 de octubre, en plenas protestas contra la sentencia del procés, autorizó una prórroga en el espionaje. La última autorización fue tres meses después, el 14 de enero de 2020. Aragonès siempre ha insistido en que fue espiado por razones políticas.
Según han informado fuentes judiciales a elDiario.es, la justificación que contienen los autos del Supremo para espiar a Aragonès es que el dirigente de ERC, que por aquellas fechas ocupaba la vicepresidencia del Govern, “dirigía las acciones de los CDR”, los grupos populares creados en 2017 para proteger las escuelas del 1-O de las cargas policiales y que después protagonizaron varias protestas en la calle.
La información aportada por el CNI al juez del Supremo encargado de autorizar las medidas que implican vulneración de derechos fundamentales de los espiados supone la primera vez que un órgano oficial relaciona a Aragonès con…