Se afirma que la invasión rusa de Ucrania ha dejado indiferente a la población de los países de África, Asia y América Latina, que considera el conflicto un asunto del Norte privilegiado. Se vio en las declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador: “No creemos que esta guerra nos concierna”. También en la actitud equidistante del presidente Lula da Silva en Brasil, para quien el presidente ucranio Volodímir Zelenski tendría la misma responsabilidad que Vladímir Putin, y en general en las naciones que se abstuvieron de votar en la ONU. Nos encontraríamos ante la respuesta del Sur global, concepto vástago del otrora Tercer Mundo, escenario geopolítico imprescindible en el que Putin aspira a resetear una Guerra Fría 2.0. del West versus the rest, Occidente contra el resto, bajo la égida de la “amistad sin límites” de Pekín y el Kremlin.
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