El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha puesto límites este martes a las posibilidades de Bélgica de continuar denegando la entrega a España del expresidente catalán Carles Puigdemont y el resto de exdirigentes de la Generalitat catalana que huyeron a Bruselas en dos mil diecisiete, sobre los que el Tribunal Supremo había emitido sendas órdenes de detención europeas para poder juzgarlos por su papel clave en el referéndum y la declaración ilegal de independencia de aquel año. El TJUE determina que un país miembro de la UE (en este caso, Bélgica) no puede negarse a cumplir con una euroorden de detención dictada por otro país miembro (en este caso, España), a menos que llegue a dos conclusiones tras realizar un examen a fondo del caso: que en ese Estado existen “deficiencias sistémicas o generalizadas en el funcionamiento del sistema judicial” y que hay “razones serias y fundadas” para pensar que la persona reclamada, en caso de ser entregada, corre el riesgo de que “se vulnere su derecho esencial a un proceso equitativo”.
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