Brasil vota este domingo por un nuevo presidente, en la ronda final de unas elecciones polarizantes que han sido descritas como las más importantes de la historia democrática del país.
La elección es entre dos candidatos marcadamente diferentes -el ex presidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva, conocido popularmente como Lula, y el titular de extrema derecha Jair Bolsonaro- mientras el país lucha con la alta inflación, el crecimiento limitado y el aumento de la pobreza.
El aumento de la tensión ha afectado a los comicios, ya que ambos han utilizado su enorme influencia, dentro y fuera de la red, para atacarse mutuamente en todo momento. Los enfrentamientos entre sus partidarios han dejado a muchos votantes temerosos de lo que está por venir.
La carrera podría ser muy reñida. Ninguno de los dos obtuvo más del 50% en la primera ronda de votaciones a principios de este mes, lo que obligó a los dos candidatos principales a acudir a la segunda vuelta de este domingo.