No presentarse en el restorán después de haber efectuado una reserva puede salir carísimo si no se informa con tiempo. Que se lo pregunten a los comensales que no anularon la mesa que tenían en el restaurant biestrellado Amelia, en San Sebastián, lo que les ha costado 510 euros sin probar ni un solo bocado del menú. ¿Está justificado este cobro?
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