Eneko y Álex se jugaron la final de MasterChef once. Eneko logró la chaquetilla de duelista tras superar de manera exitosa la primera prueba de la noche, el tradicional reto de “seguir al chef”; en esta ocasión, los finalistas replicaron un plato del reconocido chef Toño Pérez con la complejidad de hacerlo de espaldas a las indicaciones del invitado. Álex fue el mejor en la prueba de exteriores, tras cocinar con éxito un menú propuesto por Martín Berasategui.
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