Cuando se levantan por la noche, las personas sonámbulas tienen una parte de su cerebro dormido, pero son capaces de hacer muchísimas cosas, tanto simples como complejas, sin caer en la cuenta. La persona que se encuentra en un episodio de sonambulismo puede correr, vestirse, mover cosas, abrir ventanas o puertas o encender luces, entre otras muchas acciones. Y correr riesgo al hacerlo.
“Incluso existen algunos que salen de casa y, aunque esto es menos usual, son capaces de conducir el coche un rato y después no recordar nada”, advierte la especialista Irene Rubio Bollinger, neurofisióloga coordinadora de la Unidad del Sueño del Centro de salud Quirónsalud Sur. Rubio explica que durante los capítulos de sonambulismo pueden generarse accidentes, así que es deseable prevenirlos dentro de lo posible.
Entre el sueño y la vigilia
El sonambulismo es un estado intermedio entre el sueño y la vigilia, durante el como la persona que lo padece no es siendo consciente de ello. Esta alteración del comportamiento suelen suceder durante el primer tercio o en medio de la noche, que es cuando el sueño es más profundo, y consiste en caminar o realizar otros actos complejos durante el…